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jueves, 24 de agosto de 2017

No es necesario.

Y ahora vamos por caminos distintos, bajo este mismo cielo que nos vio danzar, reír y llorar, vamos descalzos, buscando algunos zapatos que nos cubran de las espinas que hay en los jardines llenos de rosas, vamos rotos, pero asumiendo el peso de las decisiones que tomamos, no es necesario lamentarnos, cuando tuvimos tiempo de remediarlo y no lo hicimos.

No es necesario el drama, cuando la indiferencia golpeó a nuestra puerta y le dimos más que un té, no es necesario repasar los malos ratos cuando no estuvimos para secarnos las lágrimas, no es necesario que ahora digas que me amas, cuando me llenaste de dudas y diste media vuelta.

Y aquí vamos siendo los mismos obstinados, como si eso nos hubiera servido de mucho, vamos, pero no juntos, no diré que, como dos extraños, no después de tantos días bonitos y mucho menos después de tantas promesas rotas, creo que eso nos vuelve lo contrario a ser extraños.

Definitivamente vamos caminando no como extraños, pero sí en direcciones opuestas, no me declaro perdedor en esto, incluso cuando los dos perdimos un pedazo de nuestro corazón en el final, sería hipócrita decir que no fui feliz y eso lo vale todo, no tengo pena de decir que si pudiera elegir ese momento en mi vida, volvería a tomarte de la mano aun conociendo el fin, y voy a decirte algo, no todos los finales tienen que estar llenos de sonrisas para indicar que la historia valió o no la pena.

Nuestra historia ha escrito un capítulo en mi vida que no solo me llenó de sonrisas y algunas lágrimas, además me dejó grandes enseñanzas, crecí a tu lado y tu al mío, ahora lo único que deseo es que sigamos escribiendo otros capítulos, en otros lugares y con otras personas, deseo que seamos tan felices como merecemos. 


Liliana Rubio.

Ph: Danny Cubillos

lunes, 7 de agosto de 2017

Él

Entre tanta gente y entre el mundo de experiencia que él tenía, se acabó enamorando de la que pensaba era una desabrida y rebelde chica, no se sabe si esa fue la mejor o la peor época de su vida, no duró ni un verano, pero el corazón y la vida le marcó, eran demasiado distintos y aun así los dos se lanzaron al vacío, jugaron entre las llamas y hoy las cenizas cuentan historias.

Él tenía su mundo tan oscuro que vio en ella la luz más radiante que en su vida haya podido ver, ella creyó que podía ayudarlo, al final se dio cuenta que el único que podía ayudarlo era el mismo y no quería hacerlo.

El tan egoísta pensó en tenerla, sin imaginarse que la vida estaría a punto de cobrarle las consecuencias de sus elecciones pasadas, ella era libre, ella nunca pidió nada, ella nunca prometió nada, ella solo vivió lo que ya sabia que podría acabar mal.

Él tenía una vida, vuelta mierda, pero era su vida, llena de compromisos que llevaban su nombre, ella no merecía cargar con tanto, pero él pensó que podía cambiar las cosas tan sencillo como en el pasado había hecho, él se hizo su propia versión de la historia, una historia que no encajaba con la realidad de la vida, con su propia realidad, el voló como un primerizo enamorado, él, que había roto más corazones que cascaras de huevo, él, que siempre tuvo lo que quiso, él, que no gustaba de las desabridas y sobre todo él, que solo buscaba aventuras, él se enamoró por primera vez en su vida.

Él se armó su película pensando en lo que deseaba para si mismo y no se dio cuenta que ella no le pertenecía, aunque ella pasó por su vida, no podía quedarse, ella intentó ayudarlo, pero cayó en su mundo oscuro, entró a ser parte de los mil demonios que lo perseguían, como si le faltaran más, ella sufría por ver su vida fuera de control con él, ese no era su lugar, ese no era su mundo, ella tuvo que salvarse, ella lo hizo, se fue y cerró el capitulo para siempre.

Él seguía haciendo las mismas elecciones de siempre, pero esta parecía que era la hora de su lección, de manera infame aprendió que no se puede elegir a quien amar, se dio cuenta cuanto duele no ser correspondido, se dio cuenta como duele una decepción, como duele que no lo elijan, cuanto duele aceptar una derrota y dicen que él anda por ahí sosteniendo entre su pecho la historia más cursi y patética que haya podido vivir, pero dicen que la guarda como un tesoro, porque pudo experimentar por un corto, pero significativo tiempo la magia del amor, esa magia en la que nunca había creído.

Ella aprendió que las elecciones de hoy influyen de manera decisiva en el mañana y que los impulsos no controlados causan heridas inimaginables, se dio cuenta que lo que empieza mal, termina mal, que cada herida que se causa con o sin intención es necesario vivirla en carne propia para alcanzar a comprender lo que hay detrás de un corazón roto.

No hay vencedores detrás de las historias dolorosas de amor, cada uno pierde un pedazo de si mismo en cada final.

Liliana Rubio.



domingo, 6 de agosto de 2017

¿Has sentido alguna vez que no eres suficiente para una persona?

Probablemente has estado en ese dilema, quiero decirte algo, el hecho que no te complementes con alguien, no te convierte en una mala opción, tal vez tu lugar está en otra parte, en otros brazos, tu casa está en otro corazón.

Se que duele y decepciona un montón, pero a veces no basta solo con amar a alguien, es necesario que haya mucho más que amor, se necesita comprensión, confianza, lealtad y una transparencia que haga única la unión.

Se necesita metas y sueños en común, se necesita un compañero que esté dispuesto a apoyarte en tus metas personales también, necesitas a alguien que te ayude a abrir tus alas y tú le ayudes a abrir las suyas, se necesita a alguien dispuesto a dar lo que quiere recibir.

Si estas en un relación donde te esmeras por ser mejor para los dos y aun así no funciona, no te demores más, a veces nos aferramos tanto a un ideal que nosotros mismos hemos creado, pero que en realidad no existe. Y bien dicen, el amor no hay que forzarlo, es lo que es y ya.

Se que piensas que no vendrá alguien mejor, tal vez has vivido momentos tan únicos con esa persona y se aman, pero a veces amar es soltar, no es mentira ese dicho, sobre manera hay que amarse a uno mismo, porque aunque se amen quizá los dos no van a surgir, por los miedos, la presión y la inseguridad que los agobia, algo está roto y nada vuelve a ser igual.

Cuesta mucho tomar la decisión de salir, pero también cuesta quedarse y tal vez eso cuesta mucho más, perder la tranquilidad y sentir que no estas en algo fundado sobre roca, no es vivir, es sobrevivir cada día a la tempestad que está a punto de volverse un huracán. Debes decidir entre volar y encontrarte o quedarte y perderte más aún.



Liliana Rubio.


Ph: Danny Cubillos
jueves, 3 de agosto de 2017

Vive a tu manera.

Cuando decidí vivir siendo feliz, dejé de buscar la aprobación de otros y empecé a tomar mis propias elecciones, fallé, acerté, me caí, me derrumbé y me volví a levantar, pero comprendí que nadie iba a vivir por mí, tal vez conmigo, pero nunca por mí, aprendí a escuchar lo bueno y lo malo que tenían que decir de mí, sin que me robara paz.

Entendí que yo era la única que sabía qué quería y a la vez la única capaz de lograrlo, le di la bienvenida eterna a Dios en mi corazón y en mis propósitos y empecé a mirar adelante, no hice un plano detallado del camino que me falta por recorrer, simplemente me dediqué a disfrutar lo que se me presenta, lo que me hace feliz hoy, mientras voy llegando a donde quiero y eso mis queridos amigos se llama vivir.

No prestes demasiada atención a lo que dicen de ti o lo que puedan pensar, al final a la gente solo le importa quién eres en ese momento, y en unos años les va a importar lo que eres en ese momento, así que sin importar lo que hagas no te van a evaluar por cuanto has hecho o dejado de hacer, si no por lo que eres en el preciso momento que tienen la gana de juzgarte.



Liliana Rubio.