Esa manía del ser humano de destrozar lo bueno en su vida y después darse cuenta que ha dejado un vacío insuperable en si mismo.
Esa manía de perder para poder apreciar, esa manía de engañar y después llorar, esa manía de errar y después preguntarle a la vida porque es tan injusta,
Esa manía de fallarle al amor y después caminar roto queriendo volver a tener lo que un día soltó por algo tan banal y superficial como los sentimientos pasajeros.
Esa manía de querer poseer lo que cree que le pertenece pero que cambió por un momento lleno de emociones vacías.
Esa manía de seguir con disculpas en vez de acciones que marquen la diferencia.
Liliana Rubio.

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