martes, 31 de enero de 2017
Sus ojos
Sus ojos me detectaron a la distancia y no tardó mucho en aparecerse en mi vida, precisamente a mí, bien fría y huyéndole a cualquier sentimiento que pareciera amor, pero no dudó un segundo en poner mi vida patas arriba, si que tal, me llenó de sonrisas, me dio justo en el corazón con sus locuras, es que lo que él no sabía es que yo era una reloca que disfrutaba de todo aquello fuera de lo común, así lo era él, concordaba totalmente con lo que llenaba mi mundo.
Liliana Rubio.
miércoles, 25 de enero de 2017
Lo quería...
Le dije que lo quería, pero en ningún momento dije que lo quería para mi, mi querer era así, libre, sin compromisos y sin condiciones, que yo lo quisiera no tenía que implicarle un compromiso conmigo, yo simplemente lo quería y ese era mi problema. De igual manera si él también tenía el problema de quererme, no me lo dijo, de haberlo dicho habría hecho de ese problema algo nuestro.
Liliana Rubio
Verte de lejos
Empecé a verte de lejos, de una forma más objetiva, y entonces descubrí que te había superado, ya no sentía que la vida me había quitado algo, ya no eras tan especial, claro en mis recuerdos nuestra historia es imborrable, pero hablo de la realidad de ahora mismo, de lo que siento ahora por ti y puedo decir: ya no me derrito, ya no te idealizo, ya no te lloro, ya no te quiero de vuelta, te veo de lejos y solo puedo pedir que la vida te sonría bonito, que aunque me hayas destrozado el corazón, no puedo pedir lo mismo para ti, no puedo, porque no me haría feliz tu desgracia, simplemente de lejos; pido que seas feliz.
Liliana Rubio.
El que me vea en toda mi esencia
Me quedo con el que se enamore de mi lado pesado, odioso, antipático, de mi lado oscuro, porque mi lado simpático a muchos les agrada pero eso no es todo lo qué hay en mi, mis espinas sobresalen de vez en cuando más puntiagudas y sinceramente prefiero que las toquen, las sientan, las vivan y después admiren mis pétalos.
El amor éramos tu y yo.
El amor éramos tú y yo cuando nuestros ojos brillaban al encontrarse con una tierna, amorosa o apasionada mirada, el amor éramos tú y yo cuando en un abrazo deteníamos los malos tiempos y aguardábamos los buenos, el amor éramos tú y yo cuando limpiábamos nuestras lágrimas y dibujábamos sonrisas, el amor éramos tú y yo cuando día a día nos elegíamos, el amor éramos tú y yo cuando encontrábamos nuestro mundo al envolvernos en nuestros brazos, el amor éramos tú y yo cuando estábamos juntos. Ahora el amor es otra cosa que no puedo describir muy bien, tan solo aguardo que vuelva a mi con más intensidad e ímpetu.
Liliana Rubio
Una cabrona.
A una cabrona se le desarma de una forma simple y sincera, amándola, dandole seguridad, siendo honesto y leal, porque una cabrona sabe cómo amar con el alma.
Liliana Rubio
cuando ríe ilumina
Él es alguien sensible, de esos chicos capaces de hacerte sonreír y a la vez reír de tus ocurrencias, es sincero, de ojos grandes y expresivos, de crespos locos y pestañas onduladas, de sonrisa bonita y cautivadora, él es un misterio bonito.
Él es alguien que debe ser amado con toda la entrega, porque se que él es capaz de entregarse con el alma. Él no es mi amor, ni yo soy el suyo, él simplemente es alguien que la vida me puso enfrente un día que menos lo esperaba, probablemente no vaya a descubrir más de él, probablemente de nuestra historia no haya más, probablemente un día le vea sonreír al lado de alguien que también sonría a su lado, por ahora digo que él es el chico que trae calma a donde hay tormenta, que cuando ríe ilumina y cuando se va se le extraña
Quisiera decirle...
Tengo ganas de hablarle, de decirle que lo pienso, que lo extraño, que lo sigo amando como loca, pero finalmente no lo hago; porque a él no le importó romperme en pedazos y seguramente no tiene ninguna intención de ,al menos, disculparse, tan solo quisiera decirle que me guarde en sus recuerdos, porque cuando sienta lo que hoy siento yo, ese sera el único lugar donde podrá encontrarme.
Adiós.
Sinceramente.
Solo quiero a alguien que me quiera con todo lo que soy, que no tenga miedo porque así difícil y todo, cuando me entrego, lo hago en cuerpo y alma.
Quiero a alguien que me posea y me llene en todos los sentidos, que me desee siempre, que no se detenga, que me despierte a cualquier hora para amarme, quiero a alguien que me haga sentir suya, y no precisamente por el sentimiento de posesión y egoísmo, sino alguien que me derrita en sus brazos y me permita ser todo lo cursi que soy.
Solo quiero a alguien dispuesto a amarme sin complejos, sin miedo y sinceramente.
Ella lo quería bien.
Lo quiso y fue un querer verdadero, ella lo quería bien, él tuvo miedo, nunca supo confiar, o tal vez no pudo creer que alguien como ella lo quisiera de tal manera que hubiera dejado lo que más ansiaba, lo que más perseguía con ambición, por él, solo por él, porque ella sabía que los momentos bonitos de la vida, son aquellos que tocan el alma y no el ego.
Nada duele ya.
Me propuse a escuchar todas nuestras canciones y sí, me inundaban de recuerdos, pero mi objetivo más allá de eso era lograr que ya no me dolieras más, las canciones suenan cuando menos lo espero, pero nada duele ya, todo ha quedado condensado en un pasado lleno de experiencias impasibles.
No son iguales.
No todos los días grises son iguales, por ejemplo: hay días grises en los cuales me alumbra tu sonrisa, y hay otros días grises donde me consume tu ausencia.
Él no lo sabia.
Y cada vez que alguien mencionaba lo afortunado que era él por tenerme, me quedaba pensando que en verdad no lo sabía, que nunca lo quiso ver y probablemente lo sabría cuando ya no estuviera a su lado.
Liliana Rubio
Me enamoré de tu magia.
La gente se enamora de formas misteriosas, no existe una fórmula, puede nacer con una sonrisa, un hola, ¿cómo estuvo tu día?.
En mi caso me enamoré de tu magia, de las locuras que nos guiaban, de lo espontáneo que compartimos, de tu corazón, de lo que somos juntos, admiro todo de nosotros, incluso cuando nos enojamos, no somos perfectos, no lo seremos, somos tan distintos, pero compartimos una pasión por momentos únicos en la vida.
El rostro más triste del mundo.
Mis lágrimas caían a la par con la lluvia y en el reflejo de la ventana vi el rostro más triste del mundo; en él se reflejaba tu ausencia y las marcas de un dolor inconsolable.
No es confiable.
Llegó a agradarme tanto, que el muy idiota ni se imagina que hasta lo extrañaba y no se fijó que esa sonrisa era solo por él, pero sus sentimientos pasajeros si me mataron, tuve que soltarlo, porque aquel que bota lo que supuestamente le gusta mucho, y lo deja por algo que le alumbró una noche y perdió su brillo en la mañana, ese no es confiable ni volviendo a nacer.
Liliana Rubio.
Liliana Rubio.
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