SOCIAL MEDIA

sábado, 18 de octubre de 2014

Palabras para todo!!!

Tembloroso el espíritu habla….
Las palabras del amor
            Afecto
Demostraciones
Confianza
Respeto
Fidelidad
Las palabras del poder
Leyes
Opresión
Injusticia
Mando
Monarquías
Las palabras de la religión
Biblia
Dios
Paraíso
Pureza
Pecado
Las palabras de la pasión
Ganas
Lujuria
Deseo
Sexo
Entrañas

¡De Amores y Odios!

Los sentimientos feos también merecen ser poesía, aquí les dejo con un poco de poesía con lenguaje al estilo chat. (este fue un ejercicio que realicé para un trabajo académico, por eso el lenguaje es un poco fuerte y los errores ortográficos son a propósito).   


De rojo te ves bien
Te zoñé de rojo
Y te veiaz bien
La zangre resbalaba
x tu cuerpo
y me agradó tu zufrimiento
tu llanto era melodía
para miz oidoz
grabé tu sufrimiento
y lo puse en un chat
todos respondieron
q solo un desquiciado
pudo haber efectuado
tal acto tan dezcarriado

El odio
El odio me carcome
Como un cáncer en la piel
Zueño con pisotear tuz entrñaz
Y hacer un cuadro de piel
Dibujar los rasgoz de tu mal proceder
Con tu Zangre hacer una pluma,
Para firmarle un legado al  h#%$
Q deztrozo mi ser

*chat*
En el chat t conocí
En el chat t amé
En el chat te odié
En el chat te masacré
En el chat te maldigo
Como la peor enfermedad
Eres cancerígena
Eres un virus mortal
Por suerte mi puñal
Es solo virtual-

Una mierda
Peor q una mierda
Me volvió tu traición
Peor q la gonorrea
Es ahora mi desilusión
Xq para odiarte me he preparado
Así como un pirobo despiadado
Para hacert sufrir
Es q vivo ahora
El infierno será tu aurora
En caso q decidas volver ahora.

Enfermedad virtual
Me conduciste a la vida irreal
En un maldito chat q me hiciste odiar :/
Mil emoticones de maldad
Yo he d teclear
Una pistola y una bala virtual
Pondré de entrada en mi muro,
Un virus que infecte tu pc he de instalar
Y cuando termine solo un %$#”/
En la conversación quedará.







Al revés

Un verso al revés

Le tmeo al aomr xq nos
Envuelve en crculo viicso
De ecxusar las tnoterias, las
Bjas pasiones, el procder equivoco.
Sin embargo le tmo tanto q
X escapar caí
 en sus rdes.

poesías de mi autoria

                                                       Su mirada

Su mirada hechiza
Su mirada atrapa
Me envuelve en su misterio
Me envuelve en un sueño
me incita a la batalla
Y no me explica nada

Dime lo que tus ojos quieren
Déjame hacer lo que los míos quieren
Y hagamos de esta mirada una realidad
Atrevida, cautiva y nuestra.

Liliana Rubio.

Prohibido

Te dije que no
Aunque mi cuerpo hizo otra cosa
Renuncié a tus besos
Pero mis labios no se separaron de los tuyos
Te solté de mi vida
Pero jamás de mi corazón
Hablemos de lo absurdo
De lo prohibido
Acaso amor mío
¿Tu pecado se volvió el mío?
Entonces hagamos lo prohibido.



Liliana Rubio.


El silencio
Callé mis demonios
No los deje salir
Pelié con ellos
En el silencio, en mi silencio
Entonces comprendí
Que tu silencio
No era el mío
Nos perdimos en un mar de sentimientos
Caímos en el precipicio
Del silencio,
Ahora en silencio nos despedimos
Hasta luego amor silencioso
En silencio he de recordarte,
He de amarte
En silencio pronunciaré
Tu nombre.

Liliana Rubio.

Tu sonrisa

Cuando brilló tu sonrisa
Brilló la mía
Así como una estrella
En la oscura noche
Tu sonrisa ilumina mi vida
Así como la primavera
Espanta el invierno
Así espantas mis miedos
Sueño con tus besos y
Con tu voz, que en mí es poesía
Déjame amarte
Bella mía
Dame tu sonrisa
Para darte la mía.

Liliana Rubio.

Me fui

Me fui de ti aun queriéndote
Me fui aun amándote
Me fui por ti
Me fui por mí
Se fue nuestro tiempo
Lo dejamos ir lentamente
Comprendí el ciclo y
Te dejé libre
Aunque yo también
Fui caminando libre 
pero vacía
Desatamos el compromiso
Más no el corazón
Dijimos adiós
Queriendo decir hasta pronto
!Oh amor mío¡ no mires hacia mi
Para yo no mirar hacia ti
Vuela a tu horizonte
Y yo vuelo al mío.
Me dejaste escapar.

Liliana Rubio.

Antología, una poesía para ti.

 Carmen VII

Me preguntas cuántos besos tuyos, 
Lesbia, serían suficientes para colmarme. 
Un número tan grande como las arenas de Libia 
donde crece el asa dulce de Cirene 
entre el oráculo del ardiente Júpiter
y el sagrado sepulcro del legendario Bato ;  
o como las múltiples estrellas que en el silencio de la noche 
miran los amores furtivos de los hombres. 

Mas tantos besos te besan 
que podrían ser suficientes y más para tu loco amor, Catulo 
tantos que los ojos de los entrometidos no podrían contar 
o embrujar con sus malditas lenguas. 

Catula poeta romano

A las flores

Éstas que fueron pompa y alegría
despertando al albor de la mañana,
a la tarde serán lástima vana
durmiendo en brazos de la noche fría.

Este matiz que al cielo desafía,
Iris listado de oro, nieve y grana,
será escarmiento de la vida humana:
¡tanto se emprende en término de un día!

A florecer las rosas madrugaron,
y para envejecerse florecieron:
cuna y sepulcro en un botón hallaron.

Tales los hombres sus fortunas vieron:
en un día nacieron y espiraron;
que pasados los siglos, horas fueron.

Pedro calderón  de la barca

Soneto de amor
De los hermosos el retoño ansiamos
para que su rosal no muera nunca,
pues cuando el tiempo su esplendor marchite
guardará su memoria su heredero.
Pero tú, que tus propios ojos amas,
para nutrir la luz, tu esencia quemas
y hambre produces en donde hay hartura,
demasiado cruel y hostil contigo.
Tú que eres hoy del mundo fresco adorno,
pregón de la radiante primavera,
sepultas tu poder en el capullo,
dulce egoísta que malgasta ahorrando.
Del mundo ten piedad: que tú y la tumba,
ávidos, lo que es suyo no devoren.
William Shakespeare

Juntos los dos 

Juntos los dos reímos cierto día... 
¡Ay, y reímos tanto 
que toda aquella risa bulliciosa 
se tornó pronto en llanto! 
Después, juntos los dos, alguna noche, 
reímos mucho, tanto, 
que quedó como huella de las lágrimas 
un misterioso encanto! 
Nacen hondos suspiros, de la orgía 
entre las copas cálidas 
y en el agua salobre de los mares, 
se forjan perlas pálidas! 
José asunción silva

Poema Qué Noche De Hojas Suaves de Aurelio Arturo

Qué noche de hojas suaves y de sombras
de hojas y de sombras de tus párpados,
la noche toda turba en ti, tendida,
palpitante de aromas y de astros.
El aire besa, el aire besa y vibra
como un bronce en el límite lontano
y el aliento en que fulgen las palabras
desnuda, puro, todo cuerpo humano.
Yo soy el que has querido, piel sinuosa,
yo soy el que tú sueñas, ojos llenos
de esa sombra tenaz en que boscajes
abren y cierran párpados serenos.
Qué noche de recónditas y graves
sombras de hojas, sombras de tus párpados:
está en la tierra el grito mío, ardiendo,
y quema tu silencio como un labio.
Era una noche y una noche nada
es, pregona en sus cántigas el viento:
aún oigo tu anhelar, tu germinar melódico
y tu rumor de dátiles al viento.
Y he de cantar en días derivantes
por ondas de oro, y en la noche abierta
que enturbiará de ti mi pensamiento,
he de cantar con voz de sobra llena.
Qué noche de hojas suaves y de sombras
de hojas y de sombras de tus párpados,
la noche toda turba en ti, tendida,
palpitante de aromas y de astros.

El espejo

Una región del muro está hechizada. 
Sólo el ojo lo sabe.
Un cristal incansable paso a paso repite 
las rectas sombras que la tarde desplaza.

Terriblemente dócil, no desdeña
la vertical sinuosa de una hormiga extraviada
y al fondo de sus cámaras
también crecen las plantas.

A veces miro ese país extraño
cuyos hombres no tienen más lenguaje que el gesto,
ese país sin música.

Sé que no puedo ser ese hombre que me mira, 
sé que a él no lo alcanzan el temor ni la idea.

Cuando la noche apaga las letras y los ángulos, 
en su país de eclipses él no te ama.
William Ospina

Alguien

Un hombre trabajado por el tiempo, 
un hombre que ni siquiera espera la muerte 
(las pruebas de la muerte son estadísticas 
y nadie hay que no corra el albur 
de ser el primer inmortal), 
un hombre que ha aprendido a agradecer 
las modestas limosnas de los días: 
el sueño, la rutina, el sabor del agua, 
una no sospechada etimología, 
un verso latino o sajón, 
la memoria de una mujer que lo ha abandonado 
hace ya tantos años 
que hoy puede recordarla sin amargura, 
un hombre que no ignora que el presente 
ya es el porvenir y el olvido, 
un hombre que ha sido desleal 
y con el que fueron desleales, 
puede sentir de pronto, al cruzar la calle, 
una misteriosa felicidad 
que no viene del lado de la esperanza 
sino de una antigua inocencia, 
de su propia raíz o de un dios disperso. 

Sabe que no debe mirarla de cerca, 
porque hay razones más terribles que tigres 
que le demostrarán su obligación 
de ser un desdichado, 
pero humildemente recibe 
esa felicidad, esa ráfaga. 

Quizá en la muerte para siempre seremos, 
cuando el polvo sea polvo, 
esa indescifrable raíz, 
de la cual para siempre crecerá, 
ecuánime o atroz, 
nuestro solitario cielo o infierno.

Jorge Luis Borges

 Tu Corazón, Una Naranja Helada...

Tu corazón, una naranja helada
con un dentro sin luz de dulce miera
y una porosa vista de oro: un fuera
venturas prometiendo a la mirada.

Mi corazón, una febril granada
de agrupado rubor y abierta cera,
que sus tiernos collares te ofreciera
con una obstinación enamorada.

¡Ay, qué acometimiento de quebranto
ir a tu corazón y hallar un hielo
de irreductible y pavorosa nieve!

Por los alrededores de mi llanto
un pañuelo sediento va de vuelo
con la esperanza de que en él lo abreve.

Miguel Hernández
      
Dos cuerpos
Dos cuerpos frente a frente
Son a veces dos olas
Y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
Son a veces dos piedras
Y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
Son  a veces raíces
En la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
Son a veces navajas
Y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
Son dos astros que caen
En un cielo vacío.

Octavio Paz



DE AMOR, PUESTO ANTES EN SUJETO INDIGNO, ES ENMIENDA BLASONAR DEL ARREPENTIMIENTO



Cuando mi error y tu vileza veo,
contemplo, Silvio, de mi amor errado,
cuán grave es la malicia del pecado,
cuán violenta la fuerza de un deseo.

A mi misma memoria apenas creo
que pudiese caber en mi cuidado
la última línea de lo despreciado,
el término final de un mal empleo.

Yo bien quisiera, cuando llego a verte,
viendo mi infame amor poder negarlo;
mas luego la razón justa me advierte

que sólo me remedia en publicarlo;
porque del gran delito de quererte
sólo es bastante pena confesarlo
Sor Juana Inés de la Cruz

si tus nervios te delatan

Si tus nervios te delatan
Vive por encima de tus nervios,
Ellos pueden apoyarse sobre la tumba
Si temen desviarse.
Es una postura segura,
Que no se dobla,
Sostenida por brazos de bronce
Que el mejor gigante hizo.
Si tu alma vaciló,
Levanta la puerta carnal,
El miedoso pide oxígeno,
No pide nada más.


Emily Dickinson

En mi sueño cerca se me aparece
En mi sueño cerca se me aparece
tu graciosa imagen, sagrada Hera,
la que los ilustres reyes Atridas
vieron con ruegos;

pues llegado el fin de la empresa de Ares,
junto al Escamandro voraginoso,
no pudieron ir desde aquí sus naves
hasta su casa

sin hacer ofrendas a ti y a Zeus
y al amable dios que engendró Tiona.
Sacrificios puros te ofrece el pueblo
hoy como entonces:

las doncellas traen un hermoso peplo
y a tu altar se agrupa junto con ellas
la apretada fila de las mujeres...

La voz
Se encontraba mi cuna junto a la biblioteca,
Babel sombría, donde novela, ciencia, fábula,
Todo, ya polvo griego, ya ceniza latina
Se confundía. Yo era alto como un infolio.
Y dos voces me hablaban. Una, insidiosa y firme:
«La Tierra es un pastel colmado de dulzura;
Yo puedo (¡y tu placer jamás tendrá ya término!)
Forjarte un apetito de una grandeza igual.»
Y la otra: «¡Ven! ¡Oh ven! a viajar por los sueños,
lejos de lo posible y de lo conocido.»
Y ésta cantaba como el viento en las arenas,
Fantasma no se sabe de que parte surgido
Que acaricia el oído a la vez que lo espanta.
Yo te respondí: «¡Sí! ¡Dulce voz!» Desde entonces
Data lo que se puede denominar mi llaga
Y mi fatalidad. Detrás de los paneles
De la existencia inmensa, en el más negro abismo,
Veo, distintamente, los más extraños mundos
Y, víctima extasiada de mi clarividencia,
Arrastro en pos serpientes que mis talones muerden.

Y tras ese momento, igual que los profetas,
Con inmensa ternura amo el mar y el desierto;
Y sonrío en los duelos y en las fiestas sollozo
Y encuentro un gusto grato al más ácido vino;
Y los hechos, a veces, se me antojan patrañas
Y por mirar al cielo caigo en pozos profundos.
Más la voz me consuela, diciendo: «Son más bellos
los sueños de los locos que los del hombre sabio».

El corazón Robado
¡Mi triste corazón babea a popa,
mi corazón que colma el caporal
y me vierten en él chorros de sopa,
mi triste corazón babea a popa:
con las bromas sangrientas de la tropa
que brama un carcajeo general,
mi triste corazón babea a popa,
mi corazón que colma el caporal!

Itiofálicos y soldadinescos
sus chistes sangrientos lo han depravado;
y de noche componen unos frescos
itiofálicos y soldadinescos.
¡Oleajes abracadabrantescos
llevadme el corazón, que sea lavado!
Itiofálicos y soldadinescos
sus chistes sangrientos lo han depravado.

Cuando se agoten sus chimós gargálicos
¿cómo vivir, oh corazón robado?
llegarán con sus estribillos báquicos;
cuando se agoten sus chimós gargálicos
sentiré sobresaltos estomáquicos,
yo, el del corazón despedazado.
Cuando se agoten sus chimós gargálicos
¿cómo vivir, oh corazón robado?


Arthur Rimbaud